Abstract
En Uruguay, al igual que en el resto del mundo, los avances de la medicina y la aplicación de nuevas tecnologías, entre otras variables, han mejorado la sobrevida de los niños(*) con enfermedades o condiciones de salud graves, disminuyendo las tasas de mortalidad en todos los grupos etarios. En forma paralela, en los distintos escenarios de atención pediátrica se percibe un aumento del número de pacientes con condiciones de salud crónicas complejas que amenazan o limitan sus vidas y que tienen necesidades especiales de atención en salud.
Muy frecuentemente estos niños y adolescentes son portadores, en forma permanente o transitoria, de uno o más dispositivos de tecnología médica, como traqueostomía, gastrostomía, dispositivos de soporte ventilatorio, etc.