Resumen
Las intoxicaciones agudas en los servicios de emergencia pediátrica ocupan un lugar importante dentro de la patología pediátrica de urgencia por su potencial riesgo vital. El Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT) recibe anualmente un promedio de 10.000 consultas, el 45% corresponde a la edad pediátrica. La intoxicación aguda por isopropanol es poco frecuente, pero potencialmente grave. El CIAT ha registrado 34 casos en los últimos cinco años. El alcohol isopropílico se encuentra en muchos productos de limpieza y desinfectantes. La intoxicación aguda se caracteriza inicialmente por síntomas digestivos. En la evolución pueden agregarse manifestaciones neurológicas: depresión de conciencia, hipotonía e hiporreflexia, asociada a hipoglicemia, gap osmolar elevado, cetonemia y cetonuria. En casos graves puede ocasionar hipotermia, hipotensión y arritmias. La acidosis metabólica es poco frecuente, a diferencia de otros alcoholes. En este caso, la toxicidad aguda es dependiente en gran medida de la formación de metabolitos. En este trabajo son isopropanol y acetona los responsables de las manifestaciones clínicas y alteraciones en los estudios de laboratorio. Se analizaron tres casos clínicos en niños de 96, 18 y 15 meses. Los tres casos evolucionaron de forma favorable en 72-96 horas, y, como se refiere en la literatura, el pronóstico en general es bueno y sin secuelas. El abordaje de estos pacientes en la urgencia se basa en la aplicación del triángulo de evaluación pediátrica y la secuencia A, B, C, D, E con el propósito de identificar en forma precoz la necesidad de realizar correcciones metabólicas o soporte de funciones.