Resumen
En abril de 2020, durante el pico de la pandemia COVID-19 producida por el coronavirus emergente SARS-CoV-2, en el Reino Unido se comunicaron casos de shock hiperinflamatorio de características similares a la enfermedad de Kawasaki y el síndrome de shock tóxico en un grupo de ocho niños.
El Royal College of Pediatrics and Child Health lo denominó síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico temporalmente asociado con COVID-19 (SIM-C).
Actualmente, el SIM-C es una enfermedad infrecuente, solapada con otras entidades, que requiere una alta sospecha clínica para identificarlo oportunamente.
El síndrome inflamatorio multisistémico temporal asociado con SARS-CoV-2 pediátrico (PIMST) es una nueva entidad clínica con un amplio espectro de presentación postexposición al virus, inmunomediado con hiperinflamación y activación de una tormenta de citoquinas. Ocurre típicamente entre la segunda y cuarta semana de evolución.
Se describen marcadores de inflamación característicamente elevados, como son la ferritina, proteína C reactiva (PCR), velocidad de eritrosedimentación (VES), lactato deshidrogenasa y dímero-D, asociados a neutropenia, linfopenia y anemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define: caso a menores de 19 años con fiebre ≥3 días, marcadores inflamatorios elevados, evidencia de infección por SARS-CoV-2 y ninguna otra etiología microbiana; con afectación de al menos dos sistemas: dermatológico (rash, conjuntivitis no exudativa, inflamación mucocutánea), hemodinámico (hipotensión, shock), cardíaco (disfunción de miocardio, pericardio, valvular o coronario), hematológico (coagulopatía), digestivo (vómitos, diarrea, dolor abdominal).
Considerando la gravedad de esta nueva entidad, es necesario el reconocimiento oportuno y referencia temprana para atención especiaizada y tratamiento oportuno.